Simon Ghraichy rejuvenece al piano
GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2014).- Simon Ghraichy ya conoce bien Guadalajara. Es la tercera vez que el pianista está aquí para dejar un poco de su entrega a la música y su amor por el piano, pues desde que era niño se unió a él y no se ha podido separar.
El intérprete de 28 años nacido en Francia pero con raíces mexicanas y libanesas, ofrecerá un concierto mañana en el Instituto Cultural Cabañas junto con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara (Osijug). El año pasado realizaron un recital similar y eso le valió a Ghraichy el título de Socio de Honor del ensamble.
"Es sobre todo una visita de apoyo a estos jóvenes músicos de Guadalajara para que puedan desarrollarse y presentarse en público, y que compartan con maestros profesionales de la música".
Además de la Perla Tapatía, Ghraichy ha tocado en otros estados de la República, incluyendo la ocasión en la que ganó el concurso "Manuel M. Ponce" patrocinado por la Orquesta Sinfónica del Estado de México.
"Ponce es uno de mis compositores más queridos. Su música es una mezcla latinoamericana con inspiración europea. Cuando uno cierra los ojos y escucha a Ponce, es un viaje con Chopin, Liszt y con la técnica pianística europea, así como la inspiración popular mexicana".
La otra figura determinante en su carrera es precisamente el húngaro Franz Liszt. "Siempre tuve facilidad para tocarlo. Mi técnica natural se adaptaba a tocar su música. Me gustan mucho sus contrastes: su inspiración oscura y al mismo tiempo su virtuosismo extravagante".
El concierto que Simon presentará en el Cabañas se dividirá en dos partes: en la primera estará acompañado de la Osijug para tocar el "Concierto para piano No. 3" de Beethoven, una de sus obras más importantes de piano y orquesta. En la segunda parte, Ghraichy se presentará como solista con un repertorio que enlaza compositores latinoamericanos de México, Cuba y Brasil, así como algunas obras oscuras y transcripciones de ópera de Liszt.
Todo por la música
Desde que entró a estudiar en el Conservatorio de París a los 17 años para luego continuar sus estudios en Helsinki, Simon Ghraichy ha tenido que hacer muchos sacrificios.
"La carrera de músico es una vocación. Uno entra a la música como algunos entran a la religión. Hay que dedicarse con mucha pasión, con mucha fuerza; hay que hacer muchos sacrificios familiares y sociales para dedicarse al piano. A veces ensayo hasta ocho o 10 horas diarias cuando estoy en temporada alta".
Su paso por la academia tampoco fue sencillo. Aunque él está orgulloso de sus raíces, descubrió que el mundo de la alta cultura no está exento de discriminación.
"Estudiar en el Conservatorio de París es excelente para la música, pero al ser diferente, se te cataloga, se te pone como en una caja. Me encanta la música clásica, europea, quiero desarrollarme en ese medio, pero los músicos 100% franceses, alemanes o estadounidenses no lo aceptan siempre. El exotismo atrae pero también trae dudas sobre tus capacidades".
Por eso, Simon considera que esfuerzos como el la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara por acercar a los jóvenes a la música clásica, permiten que éstos se enamoren de ella y luchen por sus sueños.
"Me fascina el escenario cultural de Guadalajara. Es muy diverso. Hay muchos festivales, muchas orquestas. Hay un escenario muy desarrollado que tiene de todos niveles y para todos los gustos".
El intérprete de 28 años nacido en Francia pero con raíces mexicanas y libanesas, ofrecerá un concierto mañana en el Instituto Cultural Cabañas junto con la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara (Osijug). El año pasado realizaron un recital similar y eso le valió a Ghraichy el título de Socio de Honor del ensamble.
"Es sobre todo una visita de apoyo a estos jóvenes músicos de Guadalajara para que puedan desarrollarse y presentarse en público, y que compartan con maestros profesionales de la música".
Además de la Perla Tapatía, Ghraichy ha tocado en otros estados de la República, incluyendo la ocasión en la que ganó el concurso "Manuel M. Ponce" patrocinado por la Orquesta Sinfónica del Estado de México.
"Ponce es uno de mis compositores más queridos. Su música es una mezcla latinoamericana con inspiración europea. Cuando uno cierra los ojos y escucha a Ponce, es un viaje con Chopin, Liszt y con la técnica pianística europea, así como la inspiración popular mexicana".
La otra figura determinante en su carrera es precisamente el húngaro Franz Liszt. "Siempre tuve facilidad para tocarlo. Mi técnica natural se adaptaba a tocar su música. Me gustan mucho sus contrastes: su inspiración oscura y al mismo tiempo su virtuosismo extravagante".
El concierto que Simon presentará en el Cabañas se dividirá en dos partes: en la primera estará acompañado de la Osijug para tocar el "Concierto para piano No. 3" de Beethoven, una de sus obras más importantes de piano y orquesta. En la segunda parte, Ghraichy se presentará como solista con un repertorio que enlaza compositores latinoamericanos de México, Cuba y Brasil, así como algunas obras oscuras y transcripciones de ópera de Liszt.
Todo por la música
Desde que entró a estudiar en el Conservatorio de París a los 17 años para luego continuar sus estudios en Helsinki, Simon Ghraichy ha tenido que hacer muchos sacrificios.
"La carrera de músico es una vocación. Uno entra a la música como algunos entran a la religión. Hay que dedicarse con mucha pasión, con mucha fuerza; hay que hacer muchos sacrificios familiares y sociales para dedicarse al piano. A veces ensayo hasta ocho o 10 horas diarias cuando estoy en temporada alta".
Su paso por la academia tampoco fue sencillo. Aunque él está orgulloso de sus raíces, descubrió que el mundo de la alta cultura no está exento de discriminación.
"Estudiar en el Conservatorio de París es excelente para la música, pero al ser diferente, se te cataloga, se te pone como en una caja. Me encanta la música clásica, europea, quiero desarrollarme en ese medio, pero los músicos 100% franceses, alemanes o estadounidenses no lo aceptan siempre. El exotismo atrae pero también trae dudas sobre tus capacidades".
Por eso, Simon considera que esfuerzos como el la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guadalajara por acercar a los jóvenes a la música clásica, permiten que éstos se enamoren de ella y luchen por sus sueños.
"Me fascina el escenario cultural de Guadalajara. Es muy diverso. Hay muchos festivales, muchas orquestas. Hay un escenario muy desarrollado que tiene de todos niveles y para todos los gustos".
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